redactorjosé lópez



martes, 27 de julio de 2010

el fútbol de overol

Cualquier cosa se puede olvidar pero no las personas, y este sentimiento estará latente mientras exista esta página, en que yo recoja las viejas fotografías y las "amase" con los mejores recuerdos. Por ahí anda un cuento recortado de la realidad, de las anécdotas que recojíamos en el club que nos cobijó entre los 80 y los 90. Pero no necesito hacer memoria para que salga a flote la espectacular personalidad de Mario en la previa de dar el paso al frente rumbo al túnel para salir al verde campo de cualquier domingo liguista. "Vamo' la murguita" decía mientras recogía su toalla poniéndosela al cuello y tomaba los elementos de auxilio para cualquier raspón de emergencia. Aquella vez en Atlético de Felicia estuvimos los dos dentro de la cancha, codo a codo con el loco Karachi Presser, y esas ganas de salir campeones que nos dominaba a todos. Perdíamos 1 a 0, nos habían echado dos hombres y la final contra Juventud Unida de Humboldt se esfumaba. El árbitro era de Buenos Aires y el griterío de la "leonera" lo tenía asustado, Atlético tenía un equipazo, pero el nuestro portaba un corazón grande como lo más grande que puedas imaginarte, y no exagero fanático amigo. La hago corta, ¿sabés que empatamos y con otro gol pasamos a ganar?, eso si, parecía que los 90' no terminaban nunca y el tacho del cuervo, nuestra agonía, se había trabado. Si alguien se tiraba entrábamos con Mario y hacíamos teatro para que todo termine pronto, el porteño del silbato nos pedía calma y decía, "todo está bien muchachos, ya termina". De afuera arreciaba la gritería pero los dueños de casa nos habían rodeado el rancho y nos cascoteaban, si metían un gol estábamos fritos, ahí pensé que el barba estaba de nuestro lado, ¿viste?, somos muy especiales con la Fe. Cuando sonó la pitada del atemorizado referí miré al cielo y abracé al gran padre que estaba ahí lagrimeando como yo, te lo aseguro, y también sacudía una banderita blanquinegra. Prendé tu antena men, fue así y con Mario y el loco pegamos un salto y sentimos que ya eramos campeones y el partido del domingo siguiente sería solamente un trámite. Al epílogo te lo dejo picando men, tal vez sabés el final pero yo me lo guardo para otra historia, que ojala dios me la deje contar. (José López)

No hay comentarios:

Quizá también te interese

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...